Las discrepancias del Ministerio con la propuesta de la Junta son entendibles: resulta incoherente con los objetivos de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, la inclusión de canteras en el ámbito del PORN Sierra de las Nieves: existen 10 concesiones mineras, 6 de ellas concesiones a 30 años y otras 4 hasta agotar los recursos que explotan. Tampoco se entiende la inclusión de espacios urbanos grandes como el del municipio de Ronda, ni de los territorios agrícolas de tipo monocultivo masivo en los términos de Ronda, El Burgo, Casarabonela, Alozaina y Guaro, fundamentalmente. No se entiende esta inclusión cuando se dejan fuera territorios colindantes de altísimo valor natural, como el 64% de Sierra Bermeja marginado: ¿fincas de secano sí pero Sierra Bermeja no?, parece raro. Pero menos aún se entiende en esta propuesta que para declarar Sierra de las Nieves como parque nacional, un espacio natural que NO CORRE PELIGRO puesto que está protegido como parque natural, tenga que hacerse fragmentando la ZEC Sierras Bermeja y Real, una decisión contraria a cualquier principio conservacionista: aquí puede aplicarse el dicho popular, se está “desvistiendo a un santo [Sierra Bermeja] para vestir a otro [Sierra de las Nieves]”.

Mientras tanto, José Fiscal (PSOE) o Patricia Navarro (PP), lejos de preguntarse por qué pueden ponerse objeciones a esta propuesta de parque nacional, siguen con el mantra de “evitar que haya retrasos en la declaración” y el que se lo «debemos a los vecinos de la zona, que asumen la declaración y sus limitaciones apostando por un desarrollo sostenible»; parecen no entender la excelencia de la Red de Parques Nacionales.