El macizo de Sierra Bermeja está situado al suroeste de la provincia de Málaga, extendiéndose desde el puerto de los Guardas, al norte del municipio de Casares, hasta río Verde, con una orientación SW-NE que lo sitúa como traspaís montañoso de la Costa del Sol occidental, incluyendo tres estribaciones menores en su parte más oriental, Sierra Palmitera, Sierra de las Apretaderas y Sierra Real.

Sierra Bermeja destaca frente a la costa mediterránea como el bastión más occidental de la Cordillera Bética: el nexo de unión entre las cordilleras del sur de Europa y el norte de África. Es una montaña media vigorosa cuya altura media supera los 1000 m y en la que despuntan, entre otros, el Cerro Abanto (1508 m), Encinetas (1473 m), Los Reales (1452 m) y Armas (1334 m).

Ámbito de Sierra Bermeja.

La disposición continua de la sierra permite muy pocos pasos de montaña que faciliten el tránsito entre la costa y el interior (Valle del Genal y Sierra de las Nieves). De oeste a este destacan los puertos de Los Guardas (entre Sierra Crestellina y Los Reales), Peñas Blancas (entre Los Reales y Porrejón), El Chaparral y Los Arrecidos (entre el Canalizo y el Arroyo Guadarín, respectivamente, y el Jardón), Del Hoyo o Las Viñas, Las Allanadillas y Del Madroño (entre los ríos Guadalmina y Seco), Del Robledal (entre los ríos Guadalevín y Guadaiza), y el de la Refriega (entre el arroyo del Bote y el río Verde).

La superficie que ocupa el macizo de Sierra Bermeja supera los 300 km2, extendiéndose por parte de 10 términos municipales: Benahavís, Casares, Estepona, Genalguacil, Igualeja, Istán, Jubrique, Júzcar, Parauta y Pujerra.

La vigorosidad del relieve de Sierra Bermeja responde a la juventud de la roca que la compone, las peridotitas, que ascendieron a la superficie durante el Oligoceno, hace unos 25 millones de años.

Geología de Sierra Bermeja

Morfológicamente, este macizo es un antiforme, con plegamiento cilíndrico e isoclinal a occidente, continuado hasta el contacto con las rocas de caja alpujárrides. El espacio de las peridotitas presenta un paisaje más abarrancado que el de los mantos metamórficos adyacentes. Las causas están en los fenómenos de meteorización que propician la disgregación y diaclasamiento de la roca, tanto exterior como interiormente. Las lomas más altas aparecen con formas un tanto suaves en el Porrejón o el Anícola, algo más enérgicas en Los Reales y Encinetas, incluso con estructura semiplana en las cumbres, como ocurre en el Canalizo. Los valles presentan encajamientos muy acusados, con las riberas algo aplanadas donde se acumulan los cantos y aluviones de fondo de vaguada. Estos aparecen cuando la corriente se seca, con un color blancuzco a consecuencia del magnesio disuelto y depositado en los canturriales.

Sin embargo, las laderas son muy escarpadas, con pendientes abruptas, muy rocosas y con frecuentes bloques desgajados ya que, si bien la peridotita no ofrece una estratificación típica, la capa superficial se encuentra muy alterada, formándose grietas y diaclasas que terminan por romper la roca, que se desliza ladera abajo gracias a la lubricación de la arcilla roja que se genera con la meteorización, y que dejan al descubierto la peridotita infrayacente, más compacta.

Los ríos de Sierra Bermeja

La red fluvial consecuente ha ido adaptándose a las líneas débiles del sistema de diaclasas y fallas, siendo frecuentes los tramos rectilíneos quebrados por bruscos codos, así como las cascadas y saltos de agua que salvan las rupturas de pendientes y que se activan en los meses más lluviosos. Forman un numeroso conjunto de valles casi paralelos, muy encajados por el efecto de la intensa erosión de las aguas, más fuerte en las laderas orientadas al Mediterráneo, dada la cercanía de la costa.

Las corrientes son muy numerosas, igual que en las rocas silíceas, por la impermeabilidad que acusa la intrusión, formando redes típicamente pinnadas, con bruscos acodamientos donde se acomoda la corriente en las líneas de falla, como es bien visible en los trazados de los cursos altos del Monardilla y Almarchal, afluentes del Genal, o en los ríos Guadalmansa y Guadalmina.

Las surgencias son de poco caudal, y se forman a expensas de los acuíferos colgados en los huecos y diaclasas más profundas, de aguas magnésicas y ferruginosas. Ello ha propiciado desde antiguo la existencia de balnearios, como los de La Corcha, en el Guadalmansa o los del Duque en la cara norte de Los Reales, y la aparición de frecuentes fuentes habilitadas para el consumo humano o animal (Chorrito, Cortina, Los Polvitos, etc).

Ríos bermejenses

Los ríos que drenan Sierra Bermeja son cortos y de poco caudal, aunque muy torrenciales dado el desnivel extremado que acusan sus perfiles. Al Genal desembocan, de norte a sur, el Seco, que nace en el contacto con los mármoles y dolomías de la Sierra de las Nieves, el Monardilla y el Almarchal, estos con caudal permanente. Otras corrientes de menor entidad son los arroyos de La Hiedra, Guadarín, Reyerta, Garganta de la Fuente, y Garganta de la Cuesta.

Sierra Bermeja extiende su territorio por 10 términos municipales: Benahavís, Casares, Estepona, Genalguacil, Igualeja, Istán, Jubrique, Júzcar, Parauta y Pujerra.

Los ríos de la vertiente opuesta, por la obvia razón de la cercanía al mar, son aún más torrenciales. Destacan el Guadaiza, con 0’7 m3 de módulo, el Guadalmina con 0’9, el Guadalmansa con 0’9, y el Padrón. Los tres primeros se hallan interconectados con la Cuenca del río Verde, que limita el macizo peridotítico por el Este. Otros arroyos bajan con características de rambla: Monterroso, Cala, Castor, Velerín, etc.

El clima de Sierra Bermeja

Respecto a las características climáticas, Sierra Bermeja se alza como un islote pluviométrico de vital importancia en el medio mediterráneo circundante dada la abundancia de precipitaciones, con una media anual de 800-1.100 mm que llega a los 2.000 mm en las cumbres.

Presenta varias peculiaridades climáticas derivadas tanto de la occidentalidad, que aquí se traduce en distancia al Estrecho de Gibraltar, como de la altitud, siendo frecuentes las nevadas en invierno. Pero en estas dos direcciones generales del clima mediterráneo interfieren otros hechos singulares superpuestos como la configuración de un pasillo marítimo en el Estrecho y la configuración abierta al flujo de barlovento al estar esta montaña dispuesta en sentido SW-NE.

Además, en Sierra Bermeja se dan importantes fenómenos de advección atlántica, frontogénesis y estancamiento. Este último fenómeno es particularmente característico del sector de las cumbres, incrementando los valores pluviométricos como consecuencia de la criptoprecipitación en aproximadamente 500 mm. Es común ver en las cumbres de Sierra Bermeja una corona de nubes causada por los vientos de Levante.

Sierra Bermeja

La masa vegetal que cubre la montaña juega un papel importante en la generación de humedad, posibilitando la aparición de fenómenos climáticos vinculados a la misma como nieblas de advección, o retención de nubes por el bosque (cordón nebuloso). En este último caso, los densos bosques de pinos y alcornoques situados a media ladera retienen considerablemente la humedad.

La temperatura media anual es de 14-16 ºC y pueden diferenciarse los pisos bioclimáticos termomediterráneo (hasta los 800 m), mesomediterráneo (800-1300 m) y supramediterráneo (a partir de los 1300 m).

La interrelación de todas estas condiciones ambientales únicas favorece los naturales procesos geoquímicos en la meteorización de las rocas peridotíticas y la subsiguiente génesis de suelos serpentiníticos. Los singulares factores edáficos de Sierra Bermeja, en comparación con otros sustratos, incluyen limitaciones excepcionales de nutrientes esenciales tales como N, P, K, así como de cationes básicos, además de una baja proporción de Ca2+/Mg2+ (0,84), un alto contenido en metales pesados sin función biológica conocida (Cr, Ni, Co, Cu) que conlleva disfunciones en los organismos de los seres vivos, y un carácter xerófilo de los suelos, con alta susceptibilidad a la erosión. La textura de estos suelos suele ser franca a arcillosa, con contenidos elevados de arcilla (el proceso de fersialitización da lugar a arcillas de neoformación a partir del olivino y los demás minerales accidentales). Los compuestos de hierro trivalente procuran un característico color rojo profundo, con tintes algo violáceos, a la capa de alteración, de ahí que en el lugar se denominen sus suelos como “tierras coloradas”. A la caracterización edáfica se suma la abundancia de afloramientos rocosos de aspecto característico (microcarst serpentínico).

Comparte este artículo. Elige tu plataforma

DERECHOS DE AUTOR/A: los autores conservan todos sus derechos sobre este trabajo. Para utilizarlo hay que citarlo de la siguiente forma: Memoria científico-técnica sobre el macizo ultramáfico de Sierra Bermeja (Málaga) como justificación para su declaración como Parque Nacional. Plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional. Marzo, 2016