Las dos formas más estables como se presenta el carbono en la naturaleza son el diamante (con estructura cristalina cúbica) y el grafito, una variedad de carbono con estructura formada por capas de anillos hexagonales; la fotografía muestra este segundo caso: se trata de muestras de grafito procedentes de la mina de grafito del Nicio (Estepona). En el seno de las peridotitas de Sierra Bermeja (de donde proceden estas muestras) el grafito se produce rellenando planos discontinuos de roca en áreas que han sufrido fuertes procesos de meteorización, en los que se ha liberado carbono dando lugar a este mineral de color grisáceo a negro, brillo metálico, blando y tacto graso.
El grafito era conocido por los mineros del siglo XVII por su utilidad en la fabricación de lápices, pero no es hasta el siglo XVIII cuando este mineral adquiere un gran valor comercial por su utilización en la fabricación de crisoles para fundiciones, dada su estabilidad a altas temperaturas, superior a los 3000ºC.
De las diversas minas de grafito de Sierra Bermeja, la del Nicio, o Niscio, como aún se le llamaba en 1948 en el plano de demarcación del Distrito Minero de Granada-Málaga, procedía el mineral más puro. No obstante, la explotación más importante de Sierra Bermeja fue la mina Marbella o Minas del Lápiz, en Benahavís, de donde se extrajo entre 1749 y 1854, 150.000 toneladas de grafito de alta calidad.
Fuente: iluana.com