No es una montaña cualquiera, es Sierra Bermeja, un colosal afloramiento de peridotitas, uno de los escasos en el mundo que integran ese 0.19% del volumen de rocas en la corteza que representan en superficie el manto terrestre subcontinental, el interior del planeta. La foto muestra solo unas 890 hectáreas de las 30.000 que tiene este macizo alpino, que se extiende por el territorio de diez municipios malagueños. En este caso se muestra su vertiente sur y su parte más occidental, el pico de los Reales de Sierra Bermeja, que se eleva hasta los 1.452 metros y alberga el único pinsapar en la Tierra sobre peridotitas. Así pues, se une a la singularidad de las peridotitas, la presencia de un bosque de abetos propio de ambientes nórdicos en el sur de la península ibérica, una zona de clima mediterráneo muy cercana al litoral (9 km en línea recta, una auténtica rareza biogeográfica), a la que se añaden 22 especies únicas de plantas asociadas a estos singulares suelos, extensos pinares peridotíticos y 14 especies también únicas en invertebrados, razones que han justificado las diversas protecciones que tiene este territorio, Zona de Especial Conservación, Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, Paraje Natural, Zona de Especial Protección para las Aves y Zona Importante para los Mamíferos, aunque ninguna de ellas garantiza una conservación real de Sierra Bermeja.
No se concibe el futuro parque nacional sin la protección total de esta montaña, única en su tipo en España y magnífica representación de su extraordinaria biodiversidad