Misión por la naturaleza
Desde hace más de una década, la plataforma «Sierra Bermeja Parque Nacional» lucha por una mayor protección de la sierra.
“Debido a estas vistas no se declara Sierra Bermeja como parque nacional”, dice Felipe Román Requena señalando de izquierda a derecha con un gran gesto de su brazo. Este miembro de la plataforma Sierra Bermeja Parque nacional se encuentra en Los Reales de Sierra Bermeja, en Estepona. Delante de él se extiende todo el litoral donde se ubican los valles de los ríos encajados en montañas más bajas. En la costa Este se aprecia Marbella y en la Oeste Gibraltar. Al sur Estepona. Incluso en el horizonte en este día tan claro aparece la silueta de Marruecos. Espectacular.
Desde hace más de una década la Plataforma intenta convencer de una manera oficial a las administraciones de que concedan al espacio natural de Sierra Bermeja, situada entre Casares e Istán, la protección más alta posible. “Lo solicitamos por escrito por primera vez en 2007 ante el gobierno andaluz, al cual pedimos la declaración de parque nacional y de nuevo en 2011. Nunca recibimos respuesta”, informa Román Requena.
Desde hace tiempo está demostrado científicamente que Sierra Bermeja es singular por sus características geológicas y ecológicas, no sólo a nivel nacional sino también mundial. Por ejemplo, en 2004 el geógrafo José Gómez Zotano dedicó su tesis doctoral a esta región, donde pone de manifiesto que Sierra Bermeja presenta indicadores de biodiversidad de los más altos de toda España. Entre ellos, la presencia de pinsapos, que crecen en las laderas norte de Los Reales y de los cuales solamente hay bosques en Andalucía y norte de Marruecos. Además, están identificadas 37 especies exclusivas que no existen en ningún otro sitio.
Las plantas tienen que adaptarse a condiciones vitales especiales
El subsuelo geológico es de rocas ultramáficas, materiales procedentes del manto superior de la Tierra que ascendieron por movimientos terrestres y se enfriaron lentamente a altas presiones. Estas rocas son las denominadas peridotitas y serpentinas, que se distinguen de las que forman la corteza terrestre. Llevan silicatos, magnesio, hierro y metales pesados como níquel, cobalto y cromo, pero pocos nutrientes vegetales como calcio, potasio o fósforo. Solo plantas muy resistentes y adaptadas pueden sobrevivir en este entorno hostil.
La Historia de Sierra Bermeja muestra otra singularidad: en las cercanías de Los Reales, a una altitud de 1.452m y a una distancia de Estepona de solo 8km en línea recta y 15km por carretera, se llevó a cabo la última batalla entre mudéjares y castellanos durante el final de al-Ándalus.
Intereses urbanísticos
“¿Cuánto valen estas vistas?” pregunta Román Requena. Y mientras miramos a los cerros situados a espaldas de Estepona, vemos sobre cada colina un proyecto virtual de edificación por valor de varios millones. Él mismo nos contesta: ”Todo esto se puede convertir en dinero. Estás cerca del centro y a la vez alejado. Podrías estar presente o escondido. Quien se construye un chalet en una de estas colinas junto con un helipuerto, alcanza en poco tiempo los aeropuertos de Málaga o Gibraltar”. Esta es exactamente la razón por la que el gobierno andaluz y la administración municipal se comportan como si no existiera Sierra Bermeja. La especulación y los intereses urbanísticos tienen prioridad.
Los singulares pinsapos
Los ecologistas se sorprendieron cuando en 2014 el gobierno andaluz impulsó el proyecto “Parque Nacional Sierra de las Nieves” ignorando la colindante Sierra Bermeja por completo. Pero Sierra de las Nieves es más pequeña que Sierra Bermeja; tanto que no cumple el tamaño mínimo legalmente exigido para ser Parque Nacional. Las autoridades solucionaron este problema incluyendo en el futuro Parque Nacional la parte Este de Sierra Bermeja que va desde Istán hasta la carretera San Pedro-Ronda.
“El 40% del Parque Nacional Sierra de las Nieves corresponde a territorios de Sierra Bermeja. La parte más importante de Sierra Bermeja, sin embargo, es el espacio entre Casares y Pujerra, que se queda fuera. Bosques de pinsapos sobre perioditas solo existen aquí, este bosque es único y tiene más de 10.000 años”, se indigna Román Requena. El nombre de Sierra Bermeja tendría que aparecer en la denominación del nuevo Parque Nacional, opina él, y debería otorgárseles más protección a los territorios colindantes.
La lucha por Sierra Bermeja tiene una historia larga. Ya en 1934 se propuso un Parque Nacional, aunque no se puso en marcha. En 1966 se volvió a solictar después de un gran incendio forestal y en 1985 se produjo en Estepona un movimiento que exigía una mayor protección de la zona a raíz de la alta mortandad que presentaban los pinsapos, supuestamente por la alta contaminación atmosférica (CSN, marzo de 2000/ Jürgen Ruoss).
En 1989 el gobierno regional otorgó finalmente el titulo de Paraje Natural a Los Reales de Sierra Bermeja, aunque esto no impidió más ataques a este excepcional espacio natural: quisieron construir una presa en el Valle de Genal, luego seguió un proyecto de líneas de alta tensión y al final las autoridades planearon una autopista entre San Pedro y Ronda. Los ecologistas tuvieron mucho trabajo, sin embargo decidieron en esta época minimizar la alarma social por Sierra Bermeja para evitar demasiadas visitas al Paraje. Desde que los ecologistas empezaron a llamar la atención por Sierra Bermeja esto ha cambiado por completo y con buen tiempo, los fines de semana el refugio de Los Reales se convierte en una feria. Para obtener una conclusión clara todavía faltan análisis científicos, pero es seguro que el nivel tan alto de contaminación generará efectos perjudiciales a largo plazo.
Las leyes se incumplen
“Sabíamos que tendría efectos negativos pero no tuvimos ninguna opción,» explica Román Requena. «En principio, las instituciones deberían evitar los impactos negativos del tránsito descontrolado de personas por este territorio que tiene tan alto valor natural. Hay leyes para la protección de espacios naturales sensibles pero en Andalucía no se aplican. Véanse los casos del Torcal de Antequera o el Cabo de Gata, en Almería. Estos espacios naturales se sacrifican al turismo de masas. De las instituciones, el biólogo y profesor no espera mucho bueno; puede ser debido a que lleva en el ecologismo activo más que tres décadas. No es un secreto que el trabajo de los ecologistas en todo el mundo se parece a una lucha contra molinos del viento que no llega a tener éxito.
Pero como reza el dicho, la esperanza es lo último que se pierde y la Plataforma seguirá exigiendo la inclusión de la totalidad de Sierra Bermeja en un futuro Parque Nacional.
«Im Einsatz für die Natur»
Costa del Sol Nachrichten, Nr.2019, 13 Februar 2020
Wiltrud Schwetje
Traducción al castellano: Michaela Faulhaber y Christopher Gollert